16 Horas durmiendo en una cama enorme, blandita, con almohadas de pluma nos dejó como nuevos. Lo que nos acabó de resucitar fue el desayuno buffet: mermeladas, zumos, café, cereales, tostadas y unas virutillas de chocolate de diferentes formas llamadas Hagels que están buenísimas!! De paso nos llevamos dos panecillos para la cena, con la consecuente bronca del camarero... pero nos hicimos los longuis ji ji.
Cogimos las mochilas y mientras yo cosía un trozo de la mía (sí, sí, se volvió a romper) Pau buscaba un camino para llegar al CastleFest. Era mucho más grande de lo habíamos esperado: 500m2 de feria gótico-medieval, con unos 40 stands sólo de ropa y complementos góticos, la mayoría manufacturados por la propia vendedora, por lo que había 10 veces más variedad a mitad del precio normal... casi lloré por no tener dinero para comprármelo todo... sniff!!
Había también stands de esoterismo, juegos medievales, rol.. hasta había un stand de rol en vivo! Tenían a la venta armas, armaduras, brazaletes... pero todo de gomaespuma. Había tanta variedad como en una tienda de Azkhatla jejeje.
De repente empezó a llover y me alegré de llevar zapatillas debajo de mi vestido ^_^. El tipo del stand de juegos de rol nos invitó a una especie de coca-cola muy rica y nos dejó guardar allí las mochilas. A cambio me compré un dado de 20 caras de peluche, más gracioso...
Lástima que la cámara ya estuviese llena y no pudiéramos hacer fotos a todo aquel ambiente: una pareja de vampiros auténticos vestidos del siglo XVIII, un grupo de haditas de unos 12 años, un perro disfrazado de dragón, un genasí de aire haciendo malabarismos... no había dos personas parecidas, y de fondo música céltica y folk, a lo Tom Bombadil: totalmente mágico.
Cuando empezó a atardecer nos vino a la cabeza la gran pregunta: ¿dónde dormimos esta noche? El hotel era demasiado caro para pasar allí una segunda noche, así que volvimos a Amsterdam. Por suerte Pau conocía a un amigo de sus padres, que nos alojó en casa de su cuñada, una anciana extremadamente educada que nos dejó dormir en su salón. Todavía no me acabo de creer tanta hospitalidad, siempre le estaremos agradecidos. ^_^
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario